miércoles, 14 de noviembre de 2007

Infancia, divino tesoro

"Era una manteca".
Héctor Rodolfo Veira.

"Les doy leche caliente y comemos galletas.
Es lo que todo el mundo debería hacer".
Michael Joseph Jackson.

"Nos vamos a dormir con la chimenea encendida,
los arropo y pongo algo de música".
Michael Joseph Jackson, otra vez.



Hace unos días me puse mi prenda de vestir preferida: la camiseta del Barcelona con la número 9 en la espalda, en el medio, y el apellido Kluivert, arriba.

Por la tarde, estaba en la puerta de un edificio, esperando a alguien, y de repente apareció un nene de unos ocho años, que iba junto a su mamá que llevaba una bicicleta y dos cascos. Y apenas me vio, el grumete (?) gritó: "¡La camiseta de San Lorenzo!", en cámara lenta, lleno de sorpresa, remarcando cada palabra. Y después se acercó hasta mí y me dijo con expresión de admiración: "¡La camiseta de San Lorenzo, como la que usan los jugadores de verdad!".

Sonreí, ya un poco conmovido porque a mí los nenes me emocionan, y descarté por completo decirle que en realidad era la casaca de Barcelona y no la de San Lorenzo. Luego me di vuelta y le mostré que tenía el número 9 y volvió a explotar exclamando: "¡Tiene el número!", como si nunca en su vida hubiese visto una remera de fútbol.

Intercambiamos un par de palabras más, mientras la mamá miraba sonriendo. Había que ver con cuánta dulzura miraba esa mamá a su hijo hablar conmigo.

Se pusieron los cascos y tomaron sus lugares en la bicicleta para irse, pero antes de partir el nene se volvió hacia mí y me gritó, con voz de alegría: "¡Me gusta tu camiseta!", terminando de regalarle así un hermoso momento a mi corazón.


Nota de color (?): foto de Martín Palermo de pibe.


Supongo que sentirse así por compartir algo con un nene tiene que ver con relacionarse con un ser puro, cosa que se vuelve harto complicada cuando uno se relaciona, mayormente, con pares adultos. Esto me recuerda esa frase de la canción Andá a lavártelos de Divididos que dice "lavate los deditos por el asco de crecer". Crecer es ensuciarse. Pero ese es otro tema.

Hace un tiempo, una amiga me contó una anécdota.
Ella caminaba por una vereda y se encontró a un nene jugando a que volaba, con una capa al estilo Superman. Entonces, se acercó a él y le dijo: "Mirá: yo también puedo volar", y se puso a imitarlo, haciendo que volaba. Pero el nene, serio y seguro, le contestó: "No, vos no podés volar. Yo sí", y siguió volando.
También tengo presente otra anécdota al respecto de este tema, en esta ocasión de un amigo. Pueden leerla haciendo click acá. La recomiendo mucho.

Para ultimar esta entrada --no sin antes aclarar que los epígrafes obeceden a anticiparme a los chistes y acusaciones que podrán hacerme los malvados (?) de siempre-- quiero dejar copiada la letra de la canción Crecer de Attaque 77, que si bien no es una banda que escucho, tiene este tema que me gusta y emociona:


Crecer

Papá puede arreglarlo
él siempre lo arregla todo
mamá puede traer la luna
qué bueno es que me cuiden los grandes
quiero eso, comprame
en andas llevame
historias contame

Con el tiempo yo crecí
sólo por decirlo así

Viviendo en contra del tiempo
atado a viejos recuerdos
un mundo de fantasías
no quiero crecer
ni ser responsable
seguro y estable
yo quiero juguetes
y dulces
y buenos tratos
no quiero compromisos
ni hacerme cargo

Aunque nunca sea así
aunque todo tenga un fin
Si existe un lugar así
yo quiero ir
si existe un lugar mejor
no digas que no
quiero el brillo en mis ojos hoy
igual que lo tuve ayer
yo quiero volver atrás
yo quiero volver
y no crecer más.




15 comentarios:

Ing. Jean Chichè dijo...

Kluivert,

Siempre emocionando hasta la lágrima.
Todavía recuerdo su cara de niño con juguete nuevo cuando le entregué en mano esa remera del Barcelona. ¡Qué terrible huevón!

Experiencias de vida como esta llenan esta vacía vida que me toca vivir enfiestándome con mujerzuelas y adolescentes viciosas que sólo quieren más y más.

Abrazo de gol

Ing. Jean Chichè
ing.jean.chiche@gmail.com

Pablo dijo...

Una vez vi a un nene que iba por la calle pateando las bolsas de basura. La madre se cansó y lo cagó a pedos. Yo lo miré y le guiñé un ojo, como diciendo "bien, pibe". La cara de felicidad de ese niño no me la olvido más. Es como si se hubiera puesto contento de que alguien mayor aprobara su rebeldía. Fue grandioso.

Los niños son lo más. Yo quiero ser niño.

caca dijo...

Hace poco un niño brasileño en brasil en una mini piscina de hotel se zambullía y me hacía cosquillas en los pies y se cagaba de risa.

Una.
dos.
tres.
cuatro veces.

A la quinta saqué los pies del agua.

¿Qué hizo el nene?

se trepó a la barandilla, se subio y me empezó a dar besos en la nuca como una ardillita.

dos cosas más; habilité mi perfil y soy amigo de lola barthet y consultada de tu blog me dijo que no lo lee "porque no me interesa la merluza", incmprensible por cierto.

Como diría el gran Ricardo "duró su guerra lo que un pedo en el aire"

Kluivert dijo...

Natanael, las declaraciones de Lola me conmovieron mucho. Ya mismo las publico en un apartado (?) especial del blog. Cuando la veas, mandale un gran saludo de mi parte y felicitala también por su trabajo en Lalola.

Ingeniero, usted bien sabe que ese regalo fue el mejor que me hicieron en mi vida. Lo digo sin dudarlo, la concha de Dios (?). Siempre se lo voy a agradecer.

Hoja Mayor del Gomero dijo...

Patrick Stefan, Ud. ha hecho moquearse a un hombre adulto y malvado.
Será que ando sensible con esto de mi reincidencia en la paternidad...

Anónimo dijo...

Hermoso, te felicito por como expresaste con palabras claras y bellas el encuentro con ese niño. Tengo dos sobrinos chiquitos y todo lo q se vive con ellos es ùnico e irrepetible, cuando vivenciàs con ellos te olvidàs de todo, y sòlo disfrutas.

El Bambi dijo...

Muy bueno, Kluivert. Me identifiqué con la anécdota del Eternauta, yo siempre les hago morisquetas a los pequeños y a los bebés. Y la madre se los lleva y te miran, y la mamá no sabe que su hijo te sigue con la mirada y no está con ella sino con un desconocido que se ha hecho niño como él.

Yo le regalé una camiseta del Barsa que había usado de chico a mi sobrino mayor, en Barcelona. Era bostero y quería que se hiciera de San Lorenzo por los colores. No lo logré porque volví a Buenos Aires y perdí influencia en su maduración futbolística.

caca dijo...

Sir Patrick, siempre me olvido de contarle que hay una página que ensalsa (?) al querdio Horacio.

Pase y vea:
http://www.seamosbuenos.com.ar/

porlosporos dijo...

cuanta ternura!
esa inocencia es libertad.
concuerdo: infancia, divino tesoro...
lastima que cuando pasa no nos damos cuenta...
Abrazos queriido!

Kluivert dijo...

¡Anónimo! Muchas gracias por lo de hermoso. Mi abuela está muy de acuerdo con vos (?).

Natanael, chocolate por la noticia (?): sigo esa página desde que la crearon. Siempre junto al censurador.

caca dijo...

ah, ya sabías, mecachoendie.

Anónimo dijo...

Para Mí, éste es el mejor blog que existe.

Kluivert dijo...

Ruibal, ya tengo listo el sobre con los dólares acordados. Muchas gracias.

Martin dijo...

Se, soy otro que le hago caras.
Si que buen tema y als acotaciones, mas Peter Pan que nunca.

Y digamos la verdad, despues de tanta emocion muchas veces se sigue con el amiguillo por la madre(?)

Anónimo dijo...

excelente relato! sensacion increible me imagino, bueno no se cai aca t pasas por el mio?, bsos, adios.