lunes, 11 de agosto de 2008

¿Cómo hacer un puré de papas?

Hacer un puré de papas me resulta fácil y divertido. Hoy comparto mi método.

Hagamos de cuenta que es para una sola persona, de buen comer, como quien escribe. Tomamos dos papas grandes y las pelamos. Luego, las cortamos hasta hacer cuadrados de máximo tres centímetros por lado. Agarramos una olla y le ponemos agua hasta la mitad y también un puñado de sal gruesa. A continuación, tiramos las papas adentro y colocamos la olla bajo fuego.

Entre los veinte y los treinta minutos posteriores, iremos pinchando con un tenedor una papa al azar. Una vez que podamos atravesar una sin ninguna resistencia, apagamos la hornalla. En ese entonces, sacamos el agua que quede en la olla hasta que queden únicamente las papas. Luego, echamos sal fina a gusto. Después, agregamos una rodaja mediana de manteca y la mezclamos con las papas pisando las mismas con un tenedor, como rastrillándolas. Por último, echamos un chorro de leche alrededor del contenido de la olla y, ahí sí, tomamos el pisapapas y le damos duro y parejo durante unos minutos.

Finalmente, con un cucharón --que será el que usemos para servirnos el puré--, probamos lo hecho. En ese momento, podemos aprovechar para verificar si hay que agregar algo más: manteca, leche, sal. Asimismo, se puede advertir si habría que quitar algo, cosa que por cierto no será posible, pero que servirá para tenerlo en cuenta la próxima.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Que rico!!!,puré con milanesas,me encantaria probar como lo haces,Kluivert.

Pablo dijo...

uhhhh, justo hoy voy a hacer milangas con puré. El puré es una de mis comidas favoritas. O acompañamiento.

Debo decir que te olvidaste de algo más que fundamental... al apagar el fuego y sacar la cacerola de la hornalla hay que sacarle el agua!! sino le vas a tirar la manteca con agua y todo...

Ah y te tiro dos variantes que vi por ahi y me vuelven loco: agregarle cebollita cortada en pedacitos bien chiquitos o pedacitos de queso mantecoso... Dios mío que hambre me agarró...

Kluivert dijo...

Pablo, tenés razón. Ya lo corregí. Anoto la de la cebolla y después te cuento. La del queso la probé y mucho no me fue.
Siouxie, cuando quieras. Sería un gran gusto. Eso sí: vos traé el postre (?).

kika dijo...

un touch de nuez moscada hace un mundo de diferencia..probá!
(pero no cuando lo hagas con cebolla)
después contá

Anónimo dijo...

Un par de cuestiones.

La sal se agrega después que el agua rompa (?) en hervor, sino tarda más en llegar a ese estado de ebullición.

Y unos toques de pimienta también van, eh.

Mil disculpas por hacerme el Francis Mallmann.

p dijo...

iba a decir lo mismo que kika!
un dash (?) de nuez moscada y otro de pimienta negra...
y tiene razon eter: lo mismo que para los fideos, la sal se agrega cuando el agua comienza a hervir.
y no sé para qué hago este comentario, si ya todo fue dicho.
pero no es así la vida?
en fin.
abrazos repetitivos,
p

El Fundidor dijo...

Increíble. Yo sabía eso de que la sal hay que echarla cuando hierve el agua, pero como no sabía por qué, me negaba y la echaba de entrada. Me han cambiado la vida, y la factura de gas. Ahora podré darme baños más largos o frecuentes.

A cambio, quiero hacer un aporte: me dijeron que si cortás las papas en pedazos muy chicos, pierde sabor. Yo no lo pude comprobar. Porque además, como todo el mundo sabe, la papa carece por completo de sabor. Sólo le presta su consistencia a otros sabores. Igual que el arroz.

También le podés tirar un poco menos de leche y ponerle crema, pero tiene que ser una crema espesa, como la de cierta marca que une a las provincias de Santa Fe y Córdoba. No como la de la verdad láctea, que es tan aguada como su leche.